miércoles, 27 de octubre de 2010

A quien no le hace una partida en un sitio ORIGINAL?
Quien no ha buscado lugares ABANDONADOS para una CQB?*

Pues a ver que os parece lo que he encontrado, a parte de un poquito lejos, claro....

EQ6. Base espía de la NSA abandonada.

Nuestra siguiente cita fue un sitio de lo más curioso. Se trataba de las antiguas instalaciones de radioescucha que la NSA (National Security Agency) americana tenía en Berlin, y que quedaron sin utilidad tras el final de la guerra fría.

Curiosa es también la historia del lugar donde está ubicado: el monte Teufelsberg, o “monte del diablo” traducido al castellano. Desde el punto de vista geológico el monte no llega ni a bebé. De hecho, hace poco más de 50 años el monte ni siquiera existía.
Allí había lo que de haberse terminado de construir hubiera sido una escuela militar nazi. Tras el final de la Segunda Guerra mundial los aliados pensaron en demolerla con explosivos, pero al parecer el edificio resultó bastante más resistente de lo esperado. Entonces pensaron que sería mejor idea cubrirlo. El monte Teufelsberg en realidad es la esencia del Berlín de preguerra, ya que está formado por una gran parte de los escombros que se retiraron de la ciudad destruida por los bombardeos y combates.

Curiosamente, este monte artificial es el más alto de Berlín, por lo que fue elegido como lugar idóneo donde instalar los equipos necesarios para escuchar y decodificar las emisiones de la antigua RDA, e incluso de Polonia.

Las instalaciones permanecieron operativas como instalaciones militares hasta 1994. Posteriormente fueron utilizadas como estación de seguimiento de aviación civil durante dos años más, tras lo que las instalaciones fueron abandonadas.

Se realizaron varios proyectos para reconvertir el lugar. El primero planteaba construir apartamentos de lujo, además de zonas comerciales y de ocio. Este proyecto se detuvo por las presiones ecologistas por el entorno, ya que es zona boscosa de interés natural, a pesar de su “artificial” concepción. Se trató de modificar el proyecto por algo menos ambicioso, aunque sin más éxito. El proyecto sólo sirvió para derribar dos de los edificios más exteriores, que albergaban los generadores y otros servicios auxiliares, y vaciar completamente uno de los edificios, dejando apenas algo más que la estructura.

Los últimos planes para hacer algo con el lugar vinieron de mano del director de cine David Lynch, que pretendía construir una especie de templo dedicado a la meditación trascendental y otras rarezas, pero ciertas ideas y comparaciones con la Alemania nazi durante la presentación del proyecto hicieron que no pasara de mera idea.

Tras entrar lo primero que encontramos fue la típica garita de vigilancia. Los cristales antibalas estaban bastante agrietados, aunque habían resistido el vandalismo sin llegar a romperse. Aquí no había la típica valla para impedir el acceso de vehículos, sino un auténtico muro de acero que se levantaba del suelo mediante un sistema hidráulico.

El primer edificio que vimos fueron unos muelles de carga. En el interior no había mucho, aparte de espacio vacío. Al fondo había unos curiosos almacenes parecidos a jaulas, probablemente para almacenar temporalmente mercancías sensibles o valiosas.

El edificio justo encima de las cocheras resultó que eran los comedores. Tenían unos ventanales enormes y actualmente hechos añicos. Aquí se puede ver el comedor principal.


Entramos por detrás, y salimos por el pasillo principal, también lleno de escombros y cables.




En el edificio había una sala más pequeña, posiblemente un comedor de oficiales o invitados, o tal vez una pequeña sala de reuniones. Lo más curioso era una inscripción en la pared con las tropas desplegadas en la instalación, tanto de la NSA como de la fuerza aérea Británica (RAF).




Justo al lado se encontraba el más pequeño de los radares instalados en el complejo: la instalación JAMBALAYA. Al parecer se trataba de un dispositivo para pruebas y experimentos. Parece ser que bajo el se encontraba un bunker, aunque no hay acceso observable. La parte de arriba es actualmente inaccesible debido al derrumbe, posiblemente intencionado, de las escaleras de acceso.


La siguiente estructura interesante es la Torre Artica o Torre de Búsqueda. Por las fotos históricas que he visto esta torre es la más antigua de toda la instalación que se conserva hoy en día. En su interior nos encontramos varias oficinas devastadas en varios pisos.



Encontramos un ascensor y un montacargas grande, ambos derribados en la planta más baja.




En la parte alta, accediendo por una trampilla, se encontraba el emplazamiento del radar. Evidentemente lo único que queda de la entena giratoria es la base donde se emplazaba, además del domo, de un material parecido a tela muy fuerte y gruesa, opaco a la luz pero transparente a las ondas de radio. Se podía acceder al exterior de la esfera por los múltiples agujeros, desde donde se podía observar la torre principal.


Tras bajar encontramos algo de la vieja maquinaria que aún sigue allí. Las máquinas, de gran tamaño y gemelas, resultaron ser destructores de documentos. Evidentemente unas instalaciones de este tipo deberían de generar cantidades enormes de papeles confidenciales que no se podían tirar a la basura. En la habitación contigua, y comunicadas mediante tubos con las destructoras estaban estas enormes máquinas destinadas a convertir el papel despedazado en bloques de cartón compacto, fácilmente transportables y manejables.




El resto de edificios resultaba de lo más monótono. Oficinas y más oficinas, con las planchas de madera de los dobles suelos levantadas y los cables quitados. Algún baño aquí y allá, pero poca cosa interesante que resaltar. El trabajo de limpieza realizado por los americanos primero, y más tarde por los alemanes y la constructora fueron muy concienzudos. Ni siquiera encontramos los típicos calendarios viejos o alguna pegatina perdida.



Así que dejamos lo más impresionante para el final: la torre principal. Por desgracia los pisos inferiores habían sido limpiados dejando poco más que la estructura .



Accedimos a la azotea subiendo por las escaleras alrededor de uno de los montacargas. Los pisos intermedios estaban llenos de pintadas y poco más. La azotea, sin embargo, resultaba un paisaje casi extraterrestre. Las enormes “bolas” de enorme altura y la gigantesca torre principal resultaban impresionantes.


También las vistas desde la azotea eran espectaculares. No en vano este es un lugar privilegiado, nada menos que la mayor altura de todo Berlín. Se podían observar todos los alrededores de la ciudad. Lo más sorprendente, sobre todo viniendo de Madrid, es que prácticamente todo lo visible desde allí estaba cubierto por vegetación.



La torre principal tiene varios pisos de alto. Por algún motivo cada piso está rodeado por una tela dura parecida a la usada en las cúpulas de los radares, en vez de tener paredes de obra. El motivo de esto lo desconozco, ya que no hay señal alguna de maquinaria en los pisos intermedios. La tela está rota en varios puntos mostrando espectaculares vistas de los alrededores y las instalaciones.



Desde la parte alta había una vista espectacular de la terraza, sus cúpulas y la torre de búsqueda, además de los comedores y el interminable bosque tras ellas.


En la parte alta están los restos del radar. Esta cúpula es distinta al resto ya que está constituida por piezas de material muy duro, posiblemente plástico o fibras, encajadas entre ellas. En el interior la única maquinaria que queda son los restos de lo que pudo ser algún tipo de grúa. El ambiente en al cúpula es bastante curioso. Cuando el sonido del viento se apacigua cualquier sonido producido en el interior provoca incontables ecos.



El sitio estaba bastante concurrido. En total nos cruzaríamos con una veintena larga de alemanes haciendo “turismo alternativo”. Alguno incluso se había llevado al perro.

Pero lo verdaderamente curioso nos lo encontramos el día anterior cuando fuimos a echar un vistazo previo al lugar.
¿Os imagináis llegar a un sitio así y encontraros un helicóptero con soldados armados apoyados en los patines? Pues justo eso fue lo con lo que nos topamos. Evidentemente no se trataba de un ataque terrorista, o tal vez sí, pero en cualquier caso era uno fingido para el rodaje de alguna película. De hecho, al día siguiente encontramos bastantes casquillos de fogueo en la terraza de los radares, alguno de ellos sin usar.


Salu2!


Fuente: extraído de abandonalia, no he encontrado email del propietario

*CQB Close Quarter Battle, partidas en recinto cerrado.

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